Intolerancia a la lactosa . Como saberlo

Cada vez me encuentro con mas personas que deciden no beber leche…. En realidad creo que es uno de los alimentos con un similar número de detractores defensores…. Hay gente que no consumiría leche por nada del mundo… Yo misma soy de las que no consume leche. Me inclino por el consumo de esos preparados lácteos de soja y almendras…. o lo que me cuadre , porque mira que son caros esos productos… Sinembargo no he renunciado a comer queso…. me encanta el queso , aunque si te digo la verdad cada vez como menos porque lo que siento despues de comerlo es una sensación de pesadez e inflamación en el estómago…. no sé si esos son los términos correctos… pero digamos que consumirlo para mi no es tan agradable como antes….

Asi que me he puesto a buscar información y aquí la comparto para que te sirva de ayuda

 

¿Seré intolerante a la lactosa?

Sentir que tienes que ir corriendo al baño después de consumir alimentos con lactosa o sufrir dolor abdominal es una de las peores cosas que le puede pasar a un amante de los lácteos ya que son algunos de los síntomas de la intolerancia a la lactosa.

Los síntomas se presentan entre 30 minutos y dos horas después de ingerir alimentos con lactosa y las principales señales son: sensación de hinchazón, dolor abdominal, estreñimiento, diarrea, gases, náuseas, vómitos, perdida de apetito y dolor de cabeza.

Otras condiciones como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad de Crohn hacen que no se toleren bien los lácteos. Muchos de estos pacientes son intolerantes a la lactosa, pero otros no.

¿Porqué es importante tener un diagnóstico correcto?

Es normal que cuando algo nos sienta mal, como pueden ser los lácteos, los evitemos de inmediato, el problema son el resto de nutrientes que dejas de obtener como el calcio o la vitamina D o que en realidad no seas intolerante a la lactosa sino que tengas, como hemos dicho anteriormente, el síndrome del colon irritable, enfermedad de Crohn o celiaquía.

Por ello es fundamental acudir a un médico especialista en el sistema digestivo para que nos haga las pruebas pertinentes. Generalmente se hace el test del hidrógeno aspirado o test de hidrógeno en el aliento y sino el test de tolerancia a la lactosa. En última instancia, se opta por hacer un test genético, la prueba de acidez fecal o la biopsia intestinal. Puedes leer más información sobre tests de intolerancia a la lactosa aquí http://nutira.es/blog/tests-intolerancia-la-lactosa/

 

Soy intolerante a la lactosa, ¿ahora qué?

La forma más fácil de evitar los síntomas de la intolerancia es evitar los alimentos que contengan lactosa y sustituirlos por la versión sin lactosa, por ejemplo. Pero siempre es conveniente acudir a un especialista para que te diga los cambios que debes hacer, si puedes ingerir algo de lactosa sin sentir molestias y que además te pueda aconsejar sobre cómo obtener calcio y vitamina D de otros alimentos. De todas formas, si eres un amante de los lácteos no tienes porque prescindir totalmente de ellos, siempre puedes tomar pastillas que te ayuden a digerir la lactosa como Nutira, pastillas de lactasa que compensan el déficit de esta enzima y que nos permiten así  poder disfrutar de los lácteos.

 

Los alimentos que debe evitar un intolerante a la lactosa son todos los productos lácteos y sus derivados. Estos son los alimentos con los que primero se familiariza un intolerante y, por tanto, los que se identifican más fácilmente. Pero en el mercado existen una gran cantidad de productos a los que quizás no prestemos atención, pero que pueden contener cantidades importantes de lactosa. Alimentos que, de entrada, uno nunca diría que pudieran contener lactosa. Un ejemplo puede ser el vino ya que puede estar fermentado con esta proteína, o ¿quién hubiera imaginado que unas patatas fritas de bolsa pudieran tener lactosa?

La lactosa se usa a menudo como aditivo por su textura, sabor y su capacidad para ligar alimentos, por ello, fácilmente podemos encontrarla en carnes procesadas como embutidos, salchichas, carne rebozada o patés; en pan rebanado o cereales para el desayuno; en comidas preparadas y productos instantáneos como el café, el cacao en polvo, las sopas y los purés, entre muchos otros. También se utilizan derivados de la lactosa como edulcorante para productos bajos en calorías como los chicles sin azúcar, caramelos y galletas bajas en calorías etc.

Para evitar aquellos alimentos que puedan contener lactosa es fundamental que prestemos atención al etiquetado de los productos, pues las cosas no son siempre lo que parecen. Leer e interpretar correctamente las etiquetes puede ser de gran ayuda para una persona con alergia o intolerancia, sobre todo desde el cambio de legislación que obliga a fabricantes a incluir en sus etiquetas cualquier ingrediente alérgeno.

Hay que buscar la etiqueta que contenga la lista completa de ingredientes para asegurarnos de que no aparece mencionada la lactosa en ninguna de sus formas ya que en ocasiones podemos encontrarla bajo diferentes nomenclaturas que podrían indicar la presencia de lactosa como por ejemplo: cuajo, suero, lactosuero, sólidos de la leche o sólidos lácteos, crema, caseína, lactoalbúmina o caseinato.

Lo esencial es mantenerse informado, conocer bien qué ingredientes podemos y no podemos tomar y leer concienzudamente todas las etiquetas y señales que acompaña a cada producto antes de comprarlo. Y si nos quedamos con alguna duda, consultar con el fabricante.

El problema puede venir cuando vamos a un restaurante, en este caso debemos preguntar siempre que no estemos seguros y, frente a la duda, podemos tomar un comprimido de Nutira que nos será de gran ayuda para disminuir los síntomas ocasionados tras la ingesta de lactosa.